Comencé este gran camino cuando tenía 18 años, pensando que estaba lista para transformar mundos y perseguir sueños. Cuando ese nuevo conocimiento me engrandecía fui sorprendida por la adversidad (física, emocional, existencialmente y algunas otras que te puedas imaginar); al cabo de un tiempo me di cuenta que también obtuve aprendizaje de esa forma. Si tuviera que describirlo diría que fue un sabor agridulce, sin forma específica, de color morado con toques de amarillo y rojo, y en el cuerpo, esa sensación de frío y calor al mismo tiempo.  

Caí en cuenta que no podía salir sola de esas adversidades y que necesitaba ayuda, el "échale ganas" que mis lindos seres queridos me decían con todo su amor y cariño (mismas palabras que agradezco profundamente con todo mi ser) me sirvieron, sin embargo, me hacía falta algo más lúdico, ilustrativo, fuerte, dinámico, confrontativo.

Con un intenso trabajo interno tome verdadera conciencia de mi ser y estar, con responsabilidad en mi aquí y ahora. 

Hoy puedo decir que "eso" que necesitaba fue un proceso terapéutico doloroso pero rico. Existen varias opciones que ayudan a salir del bache, una de ellas es una terapia psicológica, existen otras opciones, y cada quien elige el camino que desee tomar.

Te invito a que abras tu corazón y mente, y hagas contacto con eso que está inconcluso, con eso que necesitas resolver hoy, con eso que te pica o duele, y decidas una forma en que puedas solucionarlo (la que tu necesites) y si decides que puede ser a través de un proceso terapéutico, aquí estoy para acompañarte en este andar, no estás sola, no estás solo.